26/3/20

CONFINAMIENTO_día 1

    Es mi primer día, aunque el resto de la región me lleva una ventaja de once días. Pienso en una rutina, pero se pasa el día entre el descanso y el desconcierto. Por la ventana se ve poco movimiento. Pon los medios de información crecen los expertos a toro pasado.

    Se pone de moda recomendar libros, entre ellos: La Peste, Camus. La leí en una primera ocasión como una novela en tiempos del cólera. En una segunda ocasión hice la relectura con una clave de crítica sobre cólera=mal=nazismo que me resulto fantásticamente revelador y ahí lo dejé.
    Pero a día de hoy diré que lo que se avecina puede ser más como la Odisea, Homero. La inteligencia imponiendose sobre los designios caprichosos de los dioses; que pueden representar desde el miedo a lo que nos es desconocido hasta el desconocimiento de las causas que nos dirigen. Es un viaje de descubrimiento, del que partimos pesarosos, y de como el conocimiento nos transforma hasta devolvernos distintos.
    O también pueda ser como En el corazón de las tinieblas, Joseph Consrad; donde el capitán Marlowe remonta el río en un descenso iniciático a los horrores, donde se revela lo peor de cada uno.

    Quizás este viaje de autoconocimiento nos obligue a cambiar nuestra forma de pensar y de actuar. Quizás veamos que los problemas globales necesitan de acciones locales. Quizás, para los que quieran verlo, se ensalce la dignidad que veía Camus en el ser humano, ante el rechazo a la exhibición de nuestras miserias relatadas por Conrad.

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